Decisión del Departamento de Estado de denegar visados a funcionarios del gobierno de Venezuela, presuntamente responsables de violaciones a los derechos humanos, es considerado por Algunos legisladores estadounidenses, un paso en la buena dirección, pero insuficiente, y abogaron por imponer sanciones. El presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Bob Ménendez, consideró que este anuncio "manda un mensaje inequívoco y directo" al gobierno de Nicolás Maduro: "Estados Unidos nunca tolerará violaciones sistemáticas de los derechos humanos llevadas a cabo por un gobierno despiadado contra su propio pueblo".
En este sentido, Ileana Ros-Lehtinen, congresista republicana, consideró que "esta acción llega muy tarde y no va suficientemente lejos". "No sólo debemos negar visas a los secuaces de Maduro sino también debemos expandir esas restricciones de visas a familiares inmediatos de violadores de derechos humanos y congelar sus bienes y propiedades en los Estados Unidos". Es así como legisladores ven la prohibición de expedir visados a los funcionarios venezolanos se queda corta frente a las demandas del Congreso, que lleva meses reclamando una respuesta contundente de Washington a Caracas ante las presuntas violaciones de derechos humanos cometidas por funcionarios gubernamentales contra miembros de la oposición.
Nueva Era Informativa
@Nuevaei
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